Fotografia todos

Viernes, en el comodo horario de las 18 hs, almuerzo en lo de Leo, al lado de la escuela.

LLevé para hojear, mientras le hincaba el diente a unas empanadas de emergencia, el catálogo del festival de la luz.

Y mirando mirando me acordé de Theodore Sturgeon, autor de ciencia ficción que en el siglo pasado ( cuando fui joven) leí apasionadamente ( como todo lo que hace uno cuando es joven y sobre todo cuando tiene pelo).

Recomiendo dos textos, "Los Cristales Soñadores" y la que tal vez sea su obra maestra: "Mas que Humano". Consejo: léanlos.

Y me acordé de don Sturgeon pero no por su obra, que guardo en mi adolescencia ( si, los docentes tambien tuvimos adolescencia - y pelo-) sino por lo que en algún momento hasta se llegó a plantear como una suerte de Ley.

La Ley de Sturgeon, que dice algo asi como "El noventa por ciento de la literatura de ciencia ficcion es basura, pero en realidad, el noventa por ciento de todo es basura".

Excelente, teniendo en cuenta que la postuló hace unos cincuenta años.

Mirando el catalogo, mientras almorzaba en lo de Leo, me acordé de ese planteo...

El sábado almorcé ( en horario más decente) con mi amigo Jorge Blandini, y después de la pizza convenientemente regada, nos fuimos a la muestra de Koudelka, en lo que ahora Osde es en el lugar que Maple fué. Suipacha al 600, pleno despelote microcéntrico.

Y vi el 10 por ciento restante, la excepción de la Ley de Sturgeon.

Conmovedoras imágenes, que no sólo me desintoxicaron de tanta contaminacion visual, de tanta paja postmoderna de pelotudos preocupadisimos por su ombligo y creyendo que con eso alcanza para algo...

Las imágenes del joven Koudelka me hicieron sentir los latidos de los corazones.

No se la pierdan.