James Ballard fue mi escritor preferido en lengua inglesa.
Es raro, ahora que lo escribo, ahora que se murio, pero en la obviedad de la secuencia niñez - adolescencia - juventud - adultez, se me hace que tal vez el subte evita una estacion, porque pareciese que de la tan mentada "edad del pavo" habria un salto ontologico hacia la madurez. Leer a Ballard como recorrido, como viaje que no llega a ninguna parte identificable por señores de saco y corbata.
Sistemas de clasificacion, tan validos y tan fragiles como cualquiera, diria alguien que no viene al caso.
Es raro, ahora que lo escribo, ahora que se murio, pero en la obviedad de la secuencia niñez - adolescencia - juventud - adultez, se me hace que tal vez el subte evita una estacion, porque pareciese que de la tan mentada "edad del pavo" habria un salto ontologico hacia la madurez. Leer a Ballard como recorrido, como viaje que no llega a ninguna parte identificable por señores de saco y corbata.
Sistemas de clasificacion, tan validos y tan fragiles como cualquiera, diria alguien que no viene al caso.
El punto es que el ingles me marcó, si por marca se entiende una mirada, o una mirada antes de la mirada.
Ballard propone un juego iniciatico, al leer los textos en el orden en que fueron escritos te encontras con un primer momento de catastrofes sin importancia pero con implicancias: hecatombes cuya explicacion es decididamente insignificante, porque lo que realmente importa es la secuela que deja en unos cuantos tipos que miran ( Ballard es un autor de imagenes, las peores de nuestro inconsciente colectivo, tiene algo que ver con David Lynch; algun dia escribire sobre su relacion) y al mirar ciegamente la realidad, recorren un mandala.
Ballard propone un juego iniciatico, al leer los textos en el orden en que fueron escritos te encontras con un primer momento de catastrofes sin importancia pero con implicancias: hecatombes cuya explicacion es decididamente insignificante, porque lo que realmente importa es la secuela que deja en unos cuantos tipos que miran ( Ballard es un autor de imagenes, las peores de nuestro inconsciente colectivo, tiene algo que ver con David Lynch; algun dia escribire sobre su relacion) y al mirar ciegamente la realidad, recorren un mandala.
Iniciatico, algo de recorrido, un detenerse en los simbolos arquetipicos del calor, la humedad, la sequia o el viento. Llego el apocalipsis, pero no tiene mas importancia ontologica que una afeitadora en el parque jurasico...
En una segunda secuencia, el tipo se manda con los perfectos, irreductibles simbolos de la locura esta que llamamos civilizacion, y ahi te quiero ver, ralentizando uniones perfectamente pornograficas de heridas de accidentes automovilisticos con torres de observacion... ya no hay hecatombes, porque llegaron en las autopistas, y estamos todos jugados a la contemplacion erotica de los choques de autos.
Da para mucho, el maestro.
Levanto una copa en su honor, y cierro los ojos para ver, pues.
No lo lloro, es apenas un grano de arena...
No lo lloro, es apenas un grano de arena...
1 comentario:
Luego de tan sentidas palabras me dejaste con ganas de ver un poco a este tipo.
Voy a googlearlo, aunq mi paciencia googleadora es muy limitada. Ya que te conmueve tanto, recomenda algo de el q te parezca iniciatico.
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