
Pero Massera fue un tipo siniestro, demoníaco, monstruoso, temible.
Que marcó una época terrible, donde la vida no valía nada, porque fue el señor de la vida y de la muerte.
Lo viví, fui testigo de su nefasta obra mortal, y su muerte no me alegra.
Preferiría haberlo visto pudrirse en una carcel, y no apagarse entre las sábanas del hospital.
De más está decir que contó con el apoyo de muuuuchos de quienes ahora dicen haberlo combatido...
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